lunes, 5 de diciembre de 2011

Luces navideñas

Me prepare un mate de manzanilla, la migraña no me dejo en paz durante toda la tarde, trate de dormir, me hice el tratamiento anti dolor en el nivel de "crisis" pues creo que el nivel de "relajación" no iba a servir mucho esta vez, los chicos duermen porque mañana hay colegio y examenes también,  el silencio de la casa era total, salí con la casaca bien cerrada y con el mate en la mano, a sentarme en el jardín de afuera frente a mi casa y la casa de mi vecina, que me contó que ya había puesto las luces de navidad, disfrute el silencio, el frió de estar al interperie, y el calor de mi mate, casi nunca tomo manzanilla, pero ahora lo tomé para ver si me ayudaba un poco con la cabeza, que aunque hice todo lo que pude, y hasta escuche música relajante no me paso el dolor y termine tomando dos pastillas para ver si ellas si me ayudaban, en fin, un mate de manzanilla no venia nada mal.  El silencio que me rodeaba era total, podía escuchar el agua de la cascada a lo lejos, los pajaritos ya no se sentían, seguro estaban durmiendo, la oscuridad ayudaba a que las luces brillen más, y se vean más lindas, y por un buen rato con cada sorbo de mi mate disfrute ver las luces, mías y de mi vecina adornando la noche y acompañandome, urguè en el ambiente para percibir cualquier sonido a mi alrededor, y alguno que otro insecto se dejo escuchar, por ratos los chillidos de las lechuzas rompían el silencio como cada noche que las oigo pasar, tenía ganas de escribir, y le escribí a una querida amiga, y después pensé por qué no escribir aquí lo que siento si hace tanto tiempo que no lo hago, así que aquí dejo registro de este momento, que disfruté plenamente, una de las tantas noches previas a Navidad.

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